Ataque sorpresa

Mi mirada estaba fija en el viejo edificio de tres pisos que se alzaba ante mí. El sonido de los neumáticos chirriando, las puertas de los coches abriéndose y cerrándose de golpe, y luego el ruido de varios pasos acercándose llegó a mis oídos. Pronto, se detuvieron detrás de mí.

—Hemos encontrado a...