Capítulo treinta y cuatro

Blair guardó su bolso y colocó su teléfono en el escritorio antes de empujar la puerta de la oficina de Roman, cerrándola detrás de ella con más fuerza de la necesaria.

Apenas le dio un segundo para reaccionar antes de avanzar, con los brazos cruzados y la mirada afilada.

—Nos delataste.

Roman no...

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