Capítulo 37

Los ojos de Abigail no dejaban de parpadear, mientras su boca se acostumbraba a la forma en como su aire pasaba precipitado por su garganta. Desde hace unos minutos atrás estuvo lista. Pero no sabía en qué momento iba a poder dar un paso fuera, donde Dominic la esperaba.

Un vestido negro que llegab...

Inicia sesión y continúa leyendo