45

Sebastián. No podía dormir. En mi mente no se podía dejar de repetir la imagen de Ariana siendo poseída con tanta violencia por esas personas y pese a que infringió una de mis reglas, la de exclusividad, no pude despegar los ojos del vidrio. Como siempre, había pedido un reservado para cenar mientra...

Inicia sesión y continúa leyendo