68

Me sentía una idiota ¿Cómo no me di cuenta de que Sebastián solo quería jugar conmigo? Ni que me haya sorprendido, después de todo había firmado aquel contrato y las especificaciones eran más más claras. Sería un objeto de posesión, ¿en qué cabeza cabe creer el cuento de hadas? Debería azotarme por ...

Inicia sesión y continúa leyendo