Capítulo 30 Si del cielo te caen limones...

Para Vivianne, el hecho de pensar en aquel hombre tan apuesto e interesante, era un pecado, ya que tanto ella como él, estaban casados, cada uno tenía una vida diferente con otra persona, aunque muy en sus adentros, le habría gustado haber sido ella, quien estuviera casada con él y no, su actual...

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