Capítulo 47

¿Dónde había quedado la dulce Layla, la que solía llamarlo "cariño" con tanta ternura? ¿Cómo podía ser la misma persona que esta mujer de lengua afilada frente a él?

Layla notó la expresión oscura de Seth y sintió una oleada de satisfacción.

—¿Estás admitiendo con tu silencio que la señorita Ramír...

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