Capítulo 10 Capítulo 10: Noticia sorprendente
El informante de Eda, recién llegaba a la propiedad de los Simpson, cuando escuchó la disputa. Se había infiltrado en las grabaciones de las cámaras de seguridad y eso era lo que veía Eda en la comodidad de su casa, con mucha diversión.
Meneando su copa de vino, disfrutaba de lo que veía al punto que su esposo le hablaba y ella le ignoraba por lo emocionante que era lo que veía. Algo que preocupaba mucho a su esposo, quien sabia el alcance de su mujer.
— ¿Qué es lo que ves que te resulta tan divertido? — pregunta su esposo por tercera vez y es en ese momento que Eda reacciona.
— Oh, lo siento, querido. Estoy viendo una nueva novela y esta emocionante. — susurra Eda mientras se emociona por la futura nuera que ve a través de la pantalla.
Su esposo asiente con preocupación y entra a la ducha, mientras su esposa, se adentra tanto en lo que ve, que siente que está sentada en los muebles de color café de la sala. Adhara sigue llorando de manera desconsolada y eso solo hace que Emma se levante y corra hacia la mujer que había arruinado su drama.
— ¿Cómo te atreves a calumniar así a mi madre? — dice Emma lanzando un golpe a Adhara que ella bloquea con su brazo, al cubrir su rostro.
Emma, no sabía el motivo del casi divorcio de sus padres hace cinco años, porque, la habían cuidado tanto que no sabía sobre la infidelidad de su madre. Así que, al mencionarla ahora, ella enloqueció.
— ¿Cómo te atreves a golpear a tu hermana mayor? — pregunta Blad con frialdad.
— Pero, papá, ¿no la has escuchado hablar mal de mi madre? La ha calumniado horriblemente y sí, está bien que este enojada conmigo, pero, no debería tratar así de mal a mi madre. — dice Emma molesta.
— ¿Calumnia? ¿Realmente crees que tu madre ha palidecido así por una calumnia? — pregunta Blad con su voz fría.
Carrier, temblaba por el temor, sabía lo que le había costado calmar a su enojado esposo y por ello, maldecía a Adhara por mencionar eso justamente en este momento. Emma, sorprendida por lo que acababa de descubrir, se quedó en silencio, mientras Adhara continuaba llorando.
— ¿Acaso no soy un ser humano que le duelen las traiciones? — pregunta en un hilo de voz.
— Deja de fingir que me amaste, Adhara. Porque sabias que no estábamos destinados. — dice Blake interviniendo apenas aparece en la sala, caminando directamente hacia Emma que abraza y protege mientras mira con odio a Adhara.
Adhara maldice mentalmente haber perdido tanto tiempo con alguien que no merecía siquiera que lo mirara, pero, finge que lo ama profundamente, para que su actuación sufriendo sea creíble.
— ¿Es eso lo que piensas después de haber ido donde estudiaba y darme un anillo de compromiso? — pregunta Adhara con dolor.
— Me equivoqué al dártelo, pero, es bueno que ahora lo sepas, porque solo quiero estar con mi querida Emma. Así que, no te atrevas a molestarla por algo que evidentemente estaba destinado a acabarse. — dice Blake con frialdad y Adhara se sorprende por la mirada cargada de odio.
— Querido… — dice Emma en un gimoteo y Adhara traga duro al ver como su ex prometido consuela a su hermana de una forma que nunca lo hizo.
— ¿Cómo es posible que ignores a tu pareja destinada y la desprecies de tal forma por una mujer que no conecta contigo en lo absoluto? — pregunta Blad.
— El destino también puede estar equivocado y yo no voy a pagar las consecuencias de ese error. Así que, señor, si me lo permite, quiero casarme con Emma. Ella es la mujer que necesito en mi vida.
Blad bufa molesto, al escuchar lo que Blake ha dicho. Él se esfuerza por no recurrir a la violencia, pero, con lo que acaba de escuchar es complicado. Además, Carrier después de haber entrado al centro de la discusión con la infidelidad, no se atreve a hablar. Así que, todo queda en silencio.
— Papá, por favor… — susurra Emma.
— No, no voy a permitir que un hombre que ni siquiera tiene la vergüenza de estar con dos hermanas, sea quien tome a mi Emma.
‘Vaya, Emma fue la que hizo parte del momento vergonzoso y yo que soy la víctima, no me menciona. Es increíble.’ dice Adhara en su mente, mientras su madrastra sonríe por lo que ha dicho Blad.
— Pero, señor…
— Fuera de mi casa. No quiero que ninguna de mis hijas se involucre con una persona que no sabe siquiera que es lo que necesita o quiere. Así que, fuera de mi casa. No me importa si tu familia es más adinerada que la mía.
No voy a permitir que seamos el hazmerreír de las familias, porque un hombre se compromete con mis dos hijas. Así que, aléjese de Emma y no regrese más a ninguna de mis hijas o así me cueste la vida, le daré una lección.
— Pero, padre…
— ¡Cállate, Emma! Si no vas a implorar por el perdón de tu hermana y mío, no hables. — dice Blad tan firme que asusta a Carrier.
— No puede humillar así a mi mujer.
— ¿Tu mujer? — pregunta Blad en tono burlón. — Ni siquiera sabes qué es eso.
— La amo.
— Si la amaras, no habrías actuado bajamente. Con respeto, habrías venido a pedir su mano o la de Adhara. Pero, no eres ese tipo de hombres y eso hace que no merezcas a ninguna de mis hijas.
Así que, fuera, despídete de ella, porque será la última vez que la verás. Porque te aseguro que hoy mismo los alejaré para que no cometan un error que sea imposible de arreglar.
— ¿A dónde me piensas enviar, padre?
— ¿Ya has suplicado por el perdón de tu hermana y mío?
— No vas a humillar así a mi hija. — dice Carrier reuniendo su valor para hablarle a su esposo
— Ella debe asumir las consecuencias de sus actos y arreglar los errores que cometió. Si ni siquiera puede pedir disculpas por su error, no entiendo porque me está hablando.
— Cariño, no seas así de cruel con tu hija. — dice Carrier aferrándose al brazo de su esposo, el cual, aleja con brusquedad.
— ¿No vas a disculparte? — pregunta Blad con frialdad mientras Adhara percibe que hay algo malo con su padre.
Él no es de los que actúa así y menos con su hija favorita.
— Bien, entonces, no te quejes cuando estes en el convento rezando más de diez veces al día, quizás allí aprendas a pedir perdón.
— ¿Qué has dicho? — pregunta Carrier mientras su hija se desploma.
El asombro invade a todos, pero, Adhara no se atreve siquiera a hablar por miedo a ser castigada duramente.
— Y tú, Adhara, vete pronto de esta casa. No quiero a ninguna de las dos aquí. — dice Blad con frialdad y Adhara sonríe al reconocer al padre que siempre ha visto.
— No puedes llevarla al convento. — dice Blake con molestia
— Es mi hija, puedo llevarla al fin del mundo si lo deseo.
— ningún convento la recibirá estando embarazada. — dice Blake y todos miran hacia la pareja, mientras Emma llora abrazando su vientre.
‘Llevan tiempo siéndome infiel. Estos malnacidos me han visto la cara de estúpida hace tiempo.’ dice Adhara mentalmente, mientras las ganas de golpearlos a ambos la invaden.





























































































































































































