Capítulo 132 Capítulo 132: No tener vergüenza

Al día siguiente.

Poco fue lo que logré dormir porque el hombre a mi lado, se aferraba a mi como si yo fuera ese salvavidas del náufrago que no sabe nadar. Habíamos durado más de dos horas abrazados, mientras él intentaba calmarse que mi cuerpo dolía.

Después de eso, tuve que servir como esa almoh...

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