Capítulo 29 Capítulo 29: Ser maleducada

El hombre que me había hecho temer hasta la medula de mi cuerpo y después me había consolado mientras lloraba, para después decirme que nos casáramos, me sonríe cuando después de tantas vueltas, acepto casarme con él.

Y como si fuera poco, me extiende su mano, la cual tomo con miedo, pero, a pesar ...

Inicia sesión y continúa leyendo