7. Heredera perdida

Vicenzo.

Permanezco despierto, incapaz de conciliar el sueño. Karina descansa plácidamente en mis brazos, aferrándose a mí como si este fuera su único refugio seguro.

Con suavidad, acaricio su mejilla, sintiendo su ligera respiración rozar mi cuello. En la penumbra, le doy un beso en la frente ant...