Coquetear

Zorah entró al baño y sonrió al ver a Icaro, con la manga arremangada hasta el codo, moviendo las burbujas en la bañera.

—Te has esmerado— comentó mientras observaba las luces tenues y las velas.

—Noté que cojeabas un poco al subir las escaleras y pensé que tus pies debían estar matándote. Un baño...