Rogando

—Mi amor —Ícaro le acarició suavemente las mejillas y le dio un casto beso en la frente—. No estás siendo castigada. Puedo hacerte sentir bien sin estar dentro de ti. Saquemos esto del baño y vayamos a la cama. Te tocaré de pies a cabeza y—

—Ícaro, quiero tener sexo.

Sus palabras audaces hicieron ...