Preocupaciones

El postre acababa de ser servido cuando el teléfono de Zorah sonó, y ella notó el mensaje entrante de Ícaro.

—Ícaro —susurró para sí misma con una sonrisa en el rostro, ajena a las cinco miradas que se volvieron hacia ella con sus propias sonrisas.

Keturah se inclinó hacia adelante— ¿Podemos no de...