Votos

No podía evitar que sus ojos se desviaran hacia el hombre al frente de la iglesia esperándola.

Icaro Lucchesi no llevaba traje y corbata para su boda. Estaba en un esmoquin azul real. Se había vestido de gala para ella y era lo más hermoso de toda la iglesia, no tenía dudas. Ni siquiera las vidrier...