Primeros

Sus ojos se abrieron y encontraron a Ícaro inclinado sobre ella, su mano en su muslo, justo encima del trozo de tela que era su liga.

—Déjame —susurró una súplica entrecortada—. Si esto es lo que realmente quieres antes de llegar al hotel, entonces déjame.

Ella asintió una vez mientras sus ojos se...