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El club era todo lo que Zorah había imaginado. Luces brillantes parpadeando, música fuerte y retumbante, gente en masa en la pista de baile y el olor a sudor y alcohol quemándole la nariz.

Ícaro la tomó de la mano y la arrastró a través de la multitud por unas escaleras. —¡VIP!— gritó por encima de...