Eso es un masaje

Ella cerró los ojos mientras Ícaro, después de colocar una toalla doblada sobre sus pechos y cintura, se movía hacia sus pies y comenzaba a masajear sus espinillas, subiendo lentamente por su cuerpo, tomándose su tiempo deliberadamente.

—Ícaro —lo llamó suavemente—. ¿Estás bien?

—Sí, amoré, ¿por q...