La última vez

Han pasado tres meses desde aquel día en la iglesia.

Tres meses desde que lo miré a los ojos por última vez y le dije que siguiera con su vida. Que se casara. Que me olvidara.

Y aunque dije cada palabra con firmeza, con esa frialdad que uno aprende a fingir cuando está a punto de romperse, la verdad...

Inicia sesión y continúa leyendo