Agua

Volver duele.

Pero lo que más duele es saber que alguien sigue volviendo…

y tú ya no estás ahí para recibirlo.

Después de esa noche, después de verlo arrodillado, suplicando, llorando, besándome como si con eso pudiera reparar los escombros, cerré la puerta… y con ella, cerré algo dentro de mí.

Pe...

Inicia sesión y continúa leyendo