Los tres

Tres días.

Tres malditos días.

Setenta y dos horas desde que Isabella desapareció.

Setenta y dos horas desde que mi pecho dejó de respirar con libertad, desde que mis huesos parecían plomo, desde que mis pensamientos dejaron de ser míos.

Yo no estaba. No del todo.

Los médicos decían que podía co...

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