Una llamada

Pasaron días sin noticias de Kendell.

Ni una llamada, ni un mensaje, nada.

Como si aquella noche en mi casa no hubiera existido.

Me aferré al silencio, decidida a no buscarlo. No después de haberlo visto marcharse sin siquiera mirarme. Sin una palabra.

En lugar de pensar en él, me concentré en la ...

Inicia sesión y continúa leyendo