107 extra

NARRA BERENICE

—¡Ma, ma, ma, ma! —canturreaba mi pequeño Tony pidiéndome más comida.

Por más que lo mirara y mirara, me era imposible creer que estuviera con nosotros. Pasó todo tan rápido que apenas y nos habíamos hecho la idea de un nuevo integrante en la familia.

Pero era verdad, él existía y ...