12

NARRA BERENICE

—Cariño, despierta —traté de despertar a mi dormido hijo, por decimocuarta vez.

—¿Tarea difícil? —preguntó una profunda voz a mis espaldas.

Cuando me di vuelta, un despreocupado Emerson venia hacia mi lado.

—Despertar a Dante es una tarea casi imposible, tiene el sueño muy pesado ...