65

NARRA BERENICE

Pensar que esas dos palabras podrían haber hecho feliz mucho antes a Emerson. Ahora que di ese paso, me sentía feliz por mí misma. El saber que el también me amaba, me hacía sentir eufórica, poderosa pero por sobre todo, feliz… por poder corresponderle con la misma o mayor intensidad...