Capítulo 83 – Entre la esperanza y la ausencia

La noche estaba muriendo lentamente.

El cielo, cubierto de nubes grises, comenzaba a teñirse con un tenue reflejo azul que anunciaba la llegada del amanecer. La lluvia había cedido un poco, dejando tras de sí un aire gélido, cargado del olor a tierra húmeda y metal quemado. Los hombres de Maximil...

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