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CAPÍTULO 25

CHELSEA

Ahora mismo lo único que se escucha es nuestra respiración agitada, el ruido sordo de la fiesta que se celebra a unos metros de distancia y el viento chocando contra los árboles que envuelven la propiedad de los Hans. Trago saliva con dificultad y mantengo la vista fija en el r...

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