Capítulo 10 - Aceptar las culpas

Llegué a la parroquia del padre Rafael Castro, me hicieron pasar al despacho parroquial, el lugar era ameno, limpio, tranquilo y muy sencillo. Una señora me ofreció un té. Luego el sacerdote ingresó, me dio la mano para saludarme.

—¿Quieres que hablemos aquí, en los jardines o en el confesionario? ...