Capítulo 113 - Un regalo restaurador

Fernanda seguía riendo y la gente a nuestro alrededor nos miraba, su risa era contagiosa.

—¡Ese es de los míos! Lo otro es, cuídate. María Camila se ha empeñado en enamorarte.

—Que Carlos me perdone, pero seré grosero con ella, muy decente, le dije que ese acto no se repitiera y solo me buscara pa...