Capítulo 30 - Todos los hijos del mundo

Acarició mi espalda, besó mi frente y habló luego de pensar por muy pocos minutos.

—Contigo quiero todos los hijos que Dios nos permita tener y hasta donde tú lo quieras, es tu cuerpo. Pero se nos da bien hacer hijos, son hermosos los que tenemos. —Me abrazó más fuerte al ver que otra vez flaqueé u...