Capítulo 51 - Charla entre secuestrados

—Siempre he sido remilgosa para la comida, dicen que Dios castiga, no sé si es por no definirme si creer o no en él, ahora siento que me está pasando factura.

—No es por Dios. —contestó Benjamín, quien se puso al frente de nosotras—. Cada uno se labra su destino.

—Los dos tienen razón. —dije—....