Capítulo 30 30. No fue un beso.

Despierto antes de abrir los ojos.

Es curioso cómo el cuerpo recuerda lo que la mente aún no se atreve a procesar, como si existiera un latido distinto, un pulso que no tenía antes, uno que se expandiera desde el centro de mi pecho hacia cada rincón de mi piel. Una electricidad suave, como si mi san...

Inicia sesión y continúa leyendo