Capítulo 23 CAPITULO 23

El día avanzaba lento en la cabaña. Después de la confesión de Cami, el ambiente estaba cargado de silencio, como si cada palabra dicha hubiese dejado cicatrices invisibles en el aire. Mía se sentó junto a la ventana, mirando el bosque sin realmente verlo. En su interior, todo era un torbellino:...

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