Ella y yo

Pero ni siquiera un jodido traje de gala podía ocultar el hecho de que su rostro estaba plagado de cicatrices de navaja. Mis iniciales, S.B. estaban grabadas en su frente, dentadas y blancas.

Sus guardaespaldas estaban en alerta, dos a cada lado, todos ellos con el peculiar aspecto de ogros y u...

Inicia sesión y continúa leyendo