Capítulo 33 Un juego cruel

Leonardo sintió que su corazón se saltaba un latido. ¿Acaso lo había escuchado?

—Eso estuvo excelente —ronroneó ella como una gatita, brindándole esta vez una brillante sonrisa.

Leonardo pudo volver a respirar y correspondió a su sonrisa, sintiendo que su cuerpo volvía a relajarse.

«Maldito Carlo...

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