Capítulo 135

Domingo por la mañana.

Lo sigo abrazando de la misma manera que lo hice toda la noche, con los brazos apretados alrededor de su cuerpo y mi cara enterrada en su cabello. Nunca se giró hacia mí. Tampoco dijo mucho. Y yo tenía cosas, tantas cosas, que decir. Quería desangrarme en el silencio, abrirme ...

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