Capítulo 23

Lo llaman El Pozo. Apropiado, en realidad.

Sin pretensiones, sin reglas que valgan una mierda, y sin salida una vez que estás dentro. La multitud se enrolla a su alrededor como serpientes... escupiendo, aullando, bastardos sedientos de sangre apretados hombro con hombro en un anillo de sudor y humo....

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