Capítulo 24 — El pacto de la madrugada

Llevaba horas dando vueltas en la cama, con el corazón martilleando contra mis costillas. El silencio de la casa era opresivo, y cada crujido de la madera sonaba como un paso.

Las palabras de Fabio seguían taladrándome la cabeza, mezcladas con el escalofriante mensaje de texto. El miedo era una cri...

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