Capítulo 33 — La verdad nunca llega cuando debería

No tenía intención de entrar al despacho de Alejandro. O al menos eso me repetí mientras empujaba la puerta, fingiendo que solo buscaba mi cargador o un libro… cualquier excusa estúpida que justificara mi curiosidad.

El despacho estaba en silencio. Sobre el escritorio, había algunos papeles, una pl...

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