Capítulo 34 – El Primer Golpe

El papel apareció en mi mochila como si, con una lógica perversa, siempre hubiera estado ahí, esperando.

No tenía remitente, no tenía firma, no tenía ni un solo adorno. Era solo un trozo de papel de calidad decente y, en el centro, una frase escrita con tinta negra. Las letras eran firmes, como de ...

Inicia sesión y continúa leyendo