Capítulo 14. Una casualidad inesperada

Carlota miró el rostro descompuesto de su nieta, frunció el ceño cuando Kate se levantó y sé apartó de su lado.

—¿Qué fue lo qué te dijeron, mi niña? —preguntó con dulzura, sabiendo que no iba a gustarle lo que iba a escuchar.

—No tiene caso que te lo diga, abuela. Nada cambiará lo que ya ha suced...