Capítulo 9 mentiras y más mentiras, ambos lo sabemos.

El último sorbo de vino se deslizó por mi garganta mientras las velas parpadeaban, agotando su luz. La cena, intacta, se había enfriado, al igual que mi corazón, hecho trizas una vez más. ¡Qué ingenua había sido! Renuncié a los placeres que me encendían, a esa pasión que me hacía sentir viva, solo p...

Inicia sesión y continúa leyendo