Una mentira piadosa.

La mañana siguiente Alicia se levantó temprano y muy contenta, a media madrugada ella se retiró el pijama de hombre que solía usar y la cambio por la sudadera que olía a él, ella estaba encantada con su olor, no había tenido la oportunidad de oler su cuerpo de cerca, piel a piel, pero su perfume era...