Cruel y retorcido

—¿Puedo invitarte un café? —preguntó Mika, señalando la silla vacía frente a él.

Alina lo dudó un segundo antes de asentir y sentarse.

—Sobre lo de ayer... —comenzó ella.

—¿Estás bien? —la interrumpió Mika—. ¿Esos tipos te molestaron de nuevo?

Alina negó con la cabeza, evitando su mirada.

—No, ...

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