Un sentimiento prohibido

Alina entró en el apartamento con el corazón todavía desbocado. Sus labios hormigueaban con el beso que no había llegado a ocurrir, y sus manos temblaban ligeramente mientras cerraba la puerta tras ella. La imagen de Mika inclinándose hacia ella la estaba atormentando.

—Al fin llegas. —La voz de su...

Inicia sesión y continúa leyendo