Una nueva estrategia

El chico depositó los libros a los pies de la cama y ella se incorporó despacio, mirándolo a los ojos sin decir una palabra. Al ver que él no hablaba tampoco, Danielle tomó los libros, los colocó sobre sus muslos y comenzó a hojearlos mientras él permanecía de pie. Eran tres, pero lo que más llamó s...