A un paso de la libertad

En lugar de entrar al invernadero como ella creía que harían, Vladimir la guio por un sendero de jazmines de un par de metros que conducía hasta un claro en el jardín. Allí había tres tumbas de mármol pulido, cada una con un ramo de rosas blancas encima.

—Estas son las tumbas de mi familia —le expl...