Capítulo 110

Al escuchar sus insultantes palabras, Elaine levantó la mirada, sus ojos antes amables ahora afilados como cuchillas.

—Sus reglas son para animales. ¿Quieren que me arrodille? ¡No se lo merecen!

Ante estas palabras, la sonrisa en el rostro de la mujer alta se congeló.

¡Elaine, aún herida, se atre...

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