Capítulo 150. No renunciar

Sebastian Goldberg

Salgo de ducharme, me seco el cabello cuando escucho el tono de llamada, busco el móvil que está en la mesa de noche, no alcanzo a contestar, veo que es Emily, sonrío como un loco enamorado. Le regreso la llamada, pero me suena ocupado. Espero a que vuelva a llamar.

Me pongo mi ...