CAPÍTULO 37

—¡Diablos! —expresé, al darme cuenta que no podía dejar de sonreír.

Lo había estado haciendo con Alison, después de saltar por su ventana, cuando me subí a mi automóvil y aun ahora mientras iba a casa.

¡No podía simplemente dejar de hacerlo!

¿Era así como se sentía estar con la persona correcta?, ¿A...

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